Tras Tito, se viene el Tata

Su paso por Paraguay y Newe'lls Old Boys han consagrado a Gerardo 'Tata' Martino como un gran técnico.

Su paso por Paraguay y Newell’s Old Boys han consagrado a Gerardo ‘Tata’ Martino como un gran técnico.

A Gerardo Daniel Martino, rosarino de cincuenta años, le llaman el ‘Tata’ desde joven. Un apodo que arrastra desde hace mucho y que no recuerda de dónde ni de quien viene. Hombre tranquilo, es un enfermo del fútbol, analítico como pocos. En lo futbolístico, e incluso en lo físico, recuerda mucho a su maestro, el ‘Loco’ Bielsa. Martino apenas celebra los goles. En una entrevista a El Gráfico se definió como “alguien poco expresivo, muy aburrido”. La etiqueta de bielsista no le preocupa, al contrario. Presume de ella y reconoce que en ocasiones puede haberle beneficiado. Sus equipos no especulan, aunque acepta defender si las circunstancias así lo dictan. Fiel a los colores de los leprosos, hizo gala de una gran profesionalidad al no querer dejar en la estacada su anterior club, Newell’s Old Boys, al rechazar propuestas de Málaga y Real Sociedad mientras los suyos se encontraban compitiendo las semifinales de la Copa Libertadores. Este es Tata Martino, nuevo entrenador del Fútbol Club Barcelona.

El ‘Tata’ Martino, rosarino como Messi o Bielsa, fue un futbolista argentino que destacó como mediocampista ofensivo en su paso por Newell’s Old Boys, el club de sus amores y de su tierra. Con los leprosos, apodo con el que se conoce al equipo de Rosario, fue tres veces campeón de liga, y logró ser parte importante de la época dorada del mejor Ñuls que ha habido hasta ahora. En el conjunto rojinegro empezaría su andadura como jugador, en 1972, con tan solo 10 años. Su debut con el primer equipo se produjo a los 17, en un partido ante el Platense.

A pesar de no ser un prolífico goleador, su buen manejo con el balón y su elevada capacidad creativa lo convirtieron en un talentoso futbolista que terminó siendo el que más partidos ha disputado en la historia de Newell’s Old Boys (505 encuentros en los que anotó 35 goles). En su primera etapa en el club rosarino, hasta 1991, logró acceder a la final de la Copa Libertadores de 1988 en la que su equipo cayó derrotado ante Nacional de Montevideo. En la cancha era un jugador vago, de poco recorrido físico, una carencia que suplió con una gran exquisitez en el toque y en la creación. Empezó de ‘5’ y terminó de ’10’. Un gran talento que sabía cómo marcar las diferencias. Su juego no cambió mucho hasta los  29 años, cuando, presionado por Bielsa y por la afición de Ñuls, terminó aportando trabajo defensivo al equipo, hecho que tuvo un efecto contagio en el resto de sus compañeros. Si el Tata, uno de los jugones del equipo, se implicaba en defensa, ¿qué no tendrían que hacer ellos? 

“No sabemos jugar sin la pelota”                       

Empezada la década de los 90 tendría un fugaz paso por el Tenerife, equipo con el que vistió el dorsal ‘10’ en quince partidos. Casualmente, el primero de ellos, y que por tanto significaba su debut en la liga española, fue ante el Barça en el Camp Nou. Un encuentro que ganaron los culés por 1-0 con un tanto del búlgaro Stoichkov de penalti. En aquel partido Martino jugó de interior izquierdo, pero como el resto de sus compañeros, no tuvo una actuación muy destacada. El portero de aquel Barcelona era Andoni Zubizarreta, hoy Director Deportivo azulgrana.

Tras unos meses en las Islas Canarias, volvió a Newell’s para ayudar a los leprosos a conseguir el Torneo Integración ante Boca Juniors en La Bombonera. Al año siguiente, lograría su tercera coronación al conseguir el Torneo Clausura. En el club de Rosario llegó a coincidir con Diego Armando Maradona, que militó en las filas del conjunto rojinegro en la campaña 1993-94. Esa misma temporada sería traspasado a Lanús por problemas con la directiva, pero su amor a los colores rojo y negro le haría volver a Ñuls en 1995. Las discusiones con el presidente del club. Eduardo J. López, no cesaron, y aquella sería su tercera y última temporada como futbolista de Newell’s Old Boys.

A su despedida, el club realizó un partido homenaje que presentó un lleno en las gradas. Tal es la admiración que le rinden en el conjunto rosarino, que años más tarde incluso le pusieron su nombre a la Visera, la grada más famosa de la cancha de Newell’s Old Boys, el Estadio Marcelo Alberto Bielsa. Precisamente de Bielsa, el ‘Tata’ es uno de sus más fervorosos discípulos. Aparte de su parecido físico, del ‘Loco’ se nutrió como persona de fútbol y de él aprendió conceptos futbolísticos que más tarde ha puesto en práctica en los equipos que ha entrenado. Lejos de amagarse de esto, el Tata siempre ha reconocido ser un fiel aprendiz de la escuela del que fuera su técnico a inicios de los 90.

En 1996 el Tata tuvo un fugaz paso por el Barcelona ecuatoriano.

En 1996 el Tata tuvo un fugaz paso por el Barcelona ecuatoriano.

El ‘Tata’ culminaría su carrera como futbolista yéndose a conocer otros países de Sudamérica. Primero, en 1996, viajó hasta Chile para militar en el O’Higgins chileno, para cerrar su trayectoria como jugador en Ecuador, donde firmó por el Barcelona de Guayaquil. En 1996 se retiró. A sus espaldas, dos títulos Nacionales y un Clausura. En dos de estos tres torneos fue entrenado por Marcelo Bielsa, su mayor influencia. Mantiene una espina clavada: ganar la Copa Libertadores con Newell’s, pues fue dos veces semifinalista como jugador (ante Nacional y Sao Paulo), y como técnico ante Atlético Mineiro. 

A su retirada, decidió empezar su andadura como entrenador. El Almirante Brown de Arrecifes de la segunda división del fútbol argentino supuso su primer reto como técnico. Poco a poco fue conformando su equipo de trabajo. Sus ex compañeros en Newell’s Old Boys, Jorge Pautasso y Jorge Theiler, fueron los primeros que le siguieron. Más adelante se les unió Adrián Coria, quien desde 2007 entraría a formar parte del cuerpo técnico de Martino. Da la casualidad que Coria fue el entrenador de Leo Messi en sus últimas temporadas en Newell’s Old Boys.

El ayudante de Martino tuvo bajo sus órdenes a un jovencísimo Leo desde los 11 hasta los 13 años, edad en la que dio el salto a Europa, para trasladarse a Barcelona. A pesar de que ‘La Pulga’ ya despuntaba por encima del resto, Coria apostó fuerte por él, llegando a pedir a Newell’s que pagara el tratamiento a Leo, y situándole como enganche por detrás de los dos puntas, una posición parecida a la que juega actualmente.  

“No sé si en la Argentina estamos preparados para que se recuerde a un equipo que no gana algo. Acá hay que ganar”

Tras entrenar en otros equipos modestos en Argentina (Platense e Instituto de Córdoba), en 2002 Gerardo Martino daría uno de los saltos más importantes de su carrera deportiva, al mudarse al extranjero para ir a entrenar a equipos de Paraguay. La primera oferta que aceptó fue la del Libertad, equipo con el que logró dos Torneo Apertura y un Clausura. En 2004 fichó por el Cerro Porteño del mismo país, y de nuevo volvió a hacerse con los dos torneos ligueros. Obtenida la consagración como técnico en Paraguay, renunció a su cargo como técnico del Cerro Porteño porque quería pasar más tiempo con su familia, según contó el presidente del mencionado club.

Un año más tarde volvió a los banquillos dirigiendo el Colón de Santa Fe argentino, una mala experiencia que le llevaría de nuevo a entrenar en Paraguay. Hasta su paso por Colón, en sus siete primeros años como técnico, nunca había perdido dos partidos consecutivos, una racha que se truncó en el equipo de Santa Fe. De nuevo en el Libertad paraguayo, logró alzarse con el Apertura y el Clausura, además de llegar a las semifinales de la Copa Libertadores de 2006.

Gracias a los buenos resultados cosechados en los dos clubes que entrenó en ese país, fue llamado para entrenar la selección paraguaya, una oferta que no dejó escapar, tomando así el testigo del uruguayo Aníbal ‘Maño’ Ruiz. Con la Albirroja viviría uno de los momentos más dulces de su carrera deportiva, yendo de menos a más. Tras caer con estrépito (6-0 ante México) en los Cuartos de Final en la Copa América de 2007, lograría esa misma posición, aunque esta vez vista como un éxito, en el Mundial de 2010. En este Mundial, Paraguay realizó una más que digna participación, en la que llegó a poner en serios apuros a una España campeona de Europa.

Con la selección de Paraguay, el Tata logró poner apuros a España y llegar a la final de la Copa América 2011.

Con la selección de Paraguay, el Tata logró poner apuros a España y llegar a la final de la Copa América 2011.

Los guaraníes cayeron por la mínima ante el combinado de Del Bosque, pero a su regreso a Paraguay, los hombres del Tata Martino fueron recibidos como un grupo de héroes. Tan significativa fue la gesta lograda en dicha Copa del Mundo que, el Presidente de Paraguay, Fernando Lugo, entregó a la plantilla la ‘Medalla de Honor al mérito deportivo’. Pero lo mejor con la selección de Paraguay aún estaba por llegar. En la Copa América 2011, el conjunto de Martino consiguió llegar a la final sin haber ganado ningún partido, logrando dejar en la cuneta a rivales como Brasil o Venezuela. En la final, Uruguay no dio opción, y derrotó a los guaraníes por 3-0. Aquél fue el último partido del Tata Martino como entrenador del combinado paraguayo.

Finalizado su paso por la selección Albirroja, recibió una oferta de Newell’s Old Boys, equipo que por aquél entonces se encontraba amenazado por el descenso. En 2012 cogió las riendas del club de sus amores, y tan solo un año más tarde, con la ayuda de viejas glorias como Maxi Rodríguez o Gabriel Heinze (e incluso se especuló con una poco probable cesión de Leo Messi para la disputa de algunos partidos), Martino logró hacer remontar el equipo. Tan solo unos meses después, Newell’s Old Boys se proclamó campeón del Torneo Final argentino y logró llegar a las semifinales de la Copa Libertadores en las que cayó ante el Atlético Mineiro de un tal Ronaldinho Gaucho. Tras despedirse otra vez de Ñuls, esta vez como técnico, la hinchada le fue a despedir delante de su casa, gritándole que se quedara en el club rosarino. 

El secreto del éxito del Tata no fue otro que ser fiel a su estilo. El estilo que había aprendido del Chile de Bielsa, y que había reproducido y prolongado como técnico en Paraguay, aunque con algunos matices. El Tata acepta que no siempre es posible llevar la iniciativa, algo innegociable para el ‘Loco’. Martino es más práctico que Bielsa, pero valora mucho el cómo se consigue. Apuesta por un juego muy ofensivo, pero ordenado en defensa. Protagonismo antes que especulación. Morder para recuperar rápido el balón y atacar de nuevo. Martino hizo que La Lepra (Newell’s Old Boys) presionara constantemente a su rival, tuviese una defensa cerrada que encajara pocos goles y gestionó con éxito la habilidad ofensiva de los hombres de ataque. De caer al Nacional B a ser campeón, siendo un conjunto muy superior al resto con una apuesta marcadamente ofensiva. Un logro al alcance de muy pocos.

“Lo único que te avala es la forma de trabajar, el día a día, como llevas al grupo; el contacto que tienes con ellos, cómo juega el equipo, ésas son las cosas que te sostienen”

El fútbol de sus equipos tiene más de análisis y de preparación que de azar e improvisación. A pesar de no gustarle en exceso el trabajo fuera de la cancha de fútbol, reconoce que mira vídeos, usa la “computadora”, pregunta cómo están sus pupilos y recibe los partidos grabados. Un trabajo analítico antes y después de los encuentros, para anticipar fallos del rival y corregir errores propios. “Lo más lindo para el entrenador es el trabajo de campo, ahí ves que tu influencia puede ser mayor” reconoció a El Gráfico en 2007.

En una entrevista al diario argentino Olé, Lionel Messi mostraba su admiración hacia el técnico rosarino al asegurar que “A mí me gusta el Tata Martino, es un grandísimo técnico y se vio en el Clausura que hizo por el equipo, la manera en que terminó y cómo lo logró. Encontró el equipo, lo hizo jugar bien y que todos le respeten”. Cabe tener en cuenta que el Tata era el ídolo deportivo de Jorge Messi, el padre de Leo, por su finura en su época de futbolista. Martino también tuvo palabras para Messi no hace mucho, seguramente desconociendo el futuro interés del club azulgrana. Del ‘10’ culé, Martino dijo que “Uno no le puede decir nada desde el aspecto individual, pero hay una cuestión colectiva, del equipo, de dónde presionamos, de cómo retrocedemos… estas cosas hay que decírselas y hay que involucrarlo en eso”. Habrá que ver si el Tata es capaz de involucrar a los Messi y Neymar en tareas defensivas. 

A pesar de no haber entrenado aún a ningún club en Europa, ni de pertenecer a la ‘escuela Barça’, el Tata cumple con los requisitos para entrenar al Barcelona, ya que es un amante del buen fútbol, pero, a su vez, no descuida los aspectos defensivos. Además, sus equipos tienen prohibido rifar el balón. Siempre hay que buscar a un compañero, y el juego suele empezar por el portero. Le gusta tomar riesgos atrás, que los defensas “lateralicen, que la pelota no vuele si no tiene algún sentido”. Otra de sus virtudes es que se acomoda a la forma de vida del país y a las características del equipo al que va, adaptándose así a la idiosincrasia de sus jugadores. Ocurrió en Paraguay, donde no disponía de jugadores asociativos, y su apuesta fue de un perfil de más recorrido. En Newell’s sí tuvo a jugadores que se adaptaban más a sus características: hombres con buen manejo del balón y elegantes. 

En su debut con el Tenerife, el Tata lució el '10'. Se enfrentó, entre otros, a Zubizarreta y a Bakero.

En su debut con el Tenerife, el Tata lució el ’10’. Se enfrentó, entre otros, a Zubizarreta y a Bakero.

Su estilo ya atrajo la mirada de equipos de fútbol vistoso como Málaga o Real Sociedad, pero en ese momento el Tata se encontraba disputando las semifinales de la Copa Libertadores, por lo que terminó desechando sendas propuestas. Una vez eliminado de esta competición, ha quedado liberado con Newell’s Old Boys, por lo que ha podido firmar con el Barcelona sin que el equipo azulgrana haya tenido que pagar coste alguno por su incorporación.

En una entrevista realizada en Marca hace unas semanas, el propio Tata explicaba que “Me siento identificado con el fútbol que practica el Barcelona. Soy un admirador del trabajo que realizó Guardiola. Es el estilo que más me gusta. El respeto por el balón, el salir jugando de atrás, la posesión, las triangulaciones. El pase es la premisa del fútbol”. Con estas palabras de elogio, Tata Martino se rendía al fútbol que viene practicando los últimos años el que será su nuevo club. De hecho, en la misma entrevista a Marca se mostró crítico con la actitud de la afición argentina, que mira más por el resultado que por el juego. “No hay un equipo que marque tendencia como ocurre en España como el Barcelona. Los argentinos miramos demasiado los resultados”.

La apuesta del Tata es clara: seguir con un estilo parecido al que marcaron Pep y Tito. No es de la escuela de Cruyff, pero sí de la de Bielsa. El reto que tendrá que afrontar es mayúsculo: lograr que los azulgrana mantengan la excelencia futbolística y recuperen la intensidad característica de los equipos entrenados por Martino, y que tuvo el Barça cuando era entrenado por Guardiola. Desde Menotti que un entrenador argentino no se sienta en el banquillo del Barça. Él tuvo a Maradona, Martino tendrá a Messi. Si sos el elegido, que tengas suerte, Tata.

“El Barcelona es un lugar lleno de estrellas que se adaptaron a una forma de jugar”

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